lunes, 18 de octubre de 2010

Migración austro-alemana: un oasis europeo en la selva peruana

Durante la época pero Virreinato peruano, existía una legislación indiana que prohibía la migración de extranjeros, salvo la de aquellos con permisos especiales otorgados por la corona. Sin embargo, debido a la falta de población y la poca organización que se vivió luego del proceso de independización, el entonces Presidente Castilla promulgó la Ley de Migración en 1849, con la finalidad de obtener la mano de obra necesaria en la naciente República. Paralelamente, el Impero Austro-Húngaro pasaba por una seria crisis agraria, lo que motivaba a los europeos de la zona a salir en busca de mejores oportunidades. Debido a estas dos circunstancias, se iniciaron los preparativos para cruzar el Atlántico. [1]
En 1853 fue el primer intento de migración austro-alemana al Perú, el cual terminó fracasando por mala planificación. Luego, en 1855, se firmó un acuerdo entre el Presidente Castilla y el Barón Cosme Damián Freiherr Schutz von Holzhausen, quien se comprometió a traer 10,000 colonos alemanes al país a cambio de una gratificación por cada uno de 15 pesos.[2] En marzo de 1857 partieron tiroleses y prusianos, al mando de los sacerdotes José Egg y José Uberlinger. Después de un duro y largo viaje de más de dos años, los colonos que sobrevivieron pudieron llegar a la localidad que fue asignada para ellos.[3] De esta manera, según los registros parroquiales de la ciudad, el 25 de julio de 1859 se fundó la ciudad de Pozuzo.
Luego de otros intentos de migración, se llegó a contabilizar cerca de 2,000 colonos austro-alemanes en el Perú. La mayoría se estableció en Pozuzo y  Oxapampa; sin embargo, algunos decidieron explorar la selva un poco más y acabaron cogiendo enfermedades tropicales incurables.[4] Años más tarde, la comunidad se fue expandiendo, fundando en el camino las ciudades de Villa Rica, Puerto Inca y Ciudad Constitución.
La instalación de los colonos en selva no fue sencilla, ya que existía una gran distancia entre su comunidad y la civilización más cercana. Además, debido al tipo de terreno, era muy difícil  de acceder a esta región, por lo cual permaneció aislada por casi 120 años. Recién en 1975 se terminó de construir la primera y única carretera que los unía con otras zonas.[5] No obstante, la colonia austro-alemana fue autosuficiente y evolucionó a través de sus propios medios: se dedicaron a la crianza de animales, aprovecharon la diversidad de agricultura y confeccionaron sus propios textiles y calzado.[6]
En la actualidad, la comunidad presenta un gran desarrollo e integración con el resto del país. Los habitantes de Pozuzo son principalmente descendientes de los migrantes, quienes aún mantienen algunas costumbres de sus antepasados. Sin embargo, la ciudad también se ha destacado como un atractivo turístico por su historia, cultura y paisaje. Finalmente, cabe resaltar que existen muchos peruanos destacados de origen austro-alemán en la coyuntura nacional, tales como Brack-Egg, Schuller o Hildebrandt.






 


Bibliografía
HABICHER-SCHWARZ, Elisabeth (2008) Pozuzo: tiroleses, renanos y bávaros en la selva del Perú. Lima: Pro Kulturverein Pozuzo.
NOVAK, Fabián (2004) Las relaciones entre Perú y Alemania (1828-2003). Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
FLORES, Armando (1999) Una colonia alemana en los Andes, pp. 74-76. En: Revista Rumbos, No. 14.
CÁMARA DE COMERCIO Y TURISMO DE POZUZO (2005) (http://www.pozuzo.org) Sitio web oficial de la localidad de Pozuzo (consulta: 15 de octubre de 2010).
SANTOS, Abel (2009) Herencia alemana (consulta: 17 de octubre de 2010). (http://www.diariolaprimeraperu.com/online/especial/herencia-alemana_38626.html).
SALAZAR, Eduardo (2008) Conclusiones sobre la migración alemana en el Perú (consulta: 16 de octubre de 2010). (http://inmigracionsigloxix.blogspot.com/2008_12_01_archive.html).


[1] Novak 2004: 24
[2] Cámara de Comercio y Turismo de Pozuzo 2005
[3] Salazar 2008
[4] Santos 2009
[5] Habicher-Schwarz 2008: 17
[6] Flores 1999: 74

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